En el periodo inicial de la Unión Soviética se llevaron a cabo increíbles experimentos. Cruces entre hombres y simios, renovaciones de sangre mediante transfusiones, fijación de reflejos condicionados en los genes, inseminaciones artificiales con esperma de hombres superdotados. Todo parecía posible en aquel breve espacio de tiempo que finalizó en 1936 con los asesinatos en masa de sus supuestos oponentes.
Después de la victoria de la revolución bolchevique, la creación de un "nuevo hombre" se convirtió en uno de los principales objetivos de un ambicioso experimento que se iba a realizar en "una sexta parte del planeta". Esta búsqueda no era sólo por razones ideológicas, su desarrollo se aceleró a raíz de la enfermedad y muerte del líder bolchevique Vladimir Lenin. Su desaparición supuso una señal de alarma para sus camaradas. La élite comunista acudió rauda a las consultas de los doctores para solicitar que se les prolongase la vida mediante el uso de los más recientes descubrimientos médicos. Varios científicos se implicaron en la solución del problema, entre ellos un antiguo camarada de Lenin y más tarde su adversario ideológico, Alexander Bogdanov, de profesión medico, filósofo y escritor de ciencia-ficción. En 1924 Bogdanov comenzó a experimentar con transfusiones de sangre en seres humanos. A menudo se utilizó a sí mismo como cobaya y reflejó en un historial las mejoras en su estado general, facultades creadoras y apariencia.
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martes, 28 de septiembre de 2010
sábado, 28 de agosto de 2010
El experimento con LSD de la CIA en Francia.

A los habitantes de Pont Saint Esprit (Francia), en 1951 sufrió una 'ola' de alucinaciones provocada, según se creía, por un hongo encontrado en el pan. Pero, como si de una película de espías y misterios se tratara, la CIA y un posible experimento con LSD podrían estar detrás de los acontecimientos, según la BBC.
Por aquellos años, el cartero Leon Armunier hacía sus repartos en la ciudad, pero un día empezó a sentir serpientes enroscándose por sus brazos. Todo era una alucinación. "Fue terrible. Sentía contracciones y tenía la sensación de que el fuego se apoderaba de mí", recuerda Armunier. Como consecuencia, se cayó de su bici y tuvo que ser trasladado al hospital de Avignon, donde compartió habitación con tres adolescentes con los mismos síntomas. "Algunos trataron de salir por la ventana. Estaban asalvajados, gritando, y el ruido era terrible. Preferiría morir antes de volver a pasar por eso", cuenta el francés a la cadena británica.
Estos casos no fueron los únicos. Decenas de personas en la ciudad se manifestaron también sin control. Un comportamiento que los médicos de la época justificaron con el consumo de pan de una de las panaderías de la ciudad. Por lo visto, un hongo venenoso llamado 'cornezuelo', que se encuentra en el centeno, habría sido el desencadenante de las alucinaciones.
Esta opinión no varió hasta 2009, cuando un periodista norteamericano, reveló un documento de la CIA. Titulado 'Los archivos de Pont Saint Esprit y F. Olson', el informe iba acompañado de una inquietante nota: "Llevar en mano a Berlín y procurar que estos documentos sean 'enterrados".
El descubrimiento se hace todavía más interesante al descubrir que F. (Frank) Olson es un científico de la CIA que, en el momento del incidente en Pont Saint Esprit, estaba llevando a cabo una investigación para la agencia sobre el LSD.
Estos los documentos mostrarían cómo la CIA, en realidad, estaba experimentando con la gente del pueblo dándoles dosis de LSD a través de la ingesta de pan.
Vía.Elmundo.es
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