sábado, 2 de mayo de 2009
Nueva teoría sobre Jack el Destripador.
Como cada año, este tiene una última teoría sobre la identidad de Jack el Destripador y cada vez es más sorprendente, el asesino en serie que al menos mató a cinco prostitutas en el este de Londres en 1888, es que no hubo tal identidad, sino que fue un invento de la prensa.
El historiador Andrew Cook ha investigado en el último año los testimonios de expertos que intervinieron en el caso, varios de los cuales insistieron en que las muertes habían sido obra de distintas personas. En su libro “Jack the Ripper: Case Closed”, Cook apunta al diario “Star” como el gran responsable de la teoría del asesino en serie.
Ese diario acababa de salir a la calle cuando se produjo el primero de los asesinatos, el de Mary Nichols, el 31 de agosto de 1888. Aprovechando la tendencia de la gente a imaginar un único y perverso asesino, en el medio degradado del East End londinense, el “Star” insistió en vincular todos los crímenes, de forma que en poco tiempo llegó a vender 232.000 ejemplares.
Cuando el principal sospechoso al que acusaba el periódico fue puesto en libertad, las ventas cayeron en picado, así que el “Star” puso en marcha otra estratagema, según Cook: la fabricación de una carta en la que alguien que firmaba como Jack el Destripador se atribuía los asesinatos. Cook asegura que un experto en grafología de la época consideró que el autor de la carta era Frederick Best, un periodista del “Star”.
Pero estas conclusiones no acabarán como el mito. A lo largo de todo un siglo de especulaciones se han llegado a apuntar hasta 175 posibles sospechosos. Al margen de complicadas versiones, como la que apunta a un personaje relacionado con la Familia Real, la que cuenta con mayor fuerza es la que señala al judío polaco Aaron Kosminski. La Policía habría dado con él, pero debido a la falta de pruebas sólidas y a su estado de enfermedad mental no lo llevó a juicio; moriría después en un manicomio. También pudo haber sido otra persona, que tras los crímenes desapareció del mapa, bien porque se suicidó o, algo más probable, porque fue detenido por otro delito y acabó tragado en el sistema carcelario o en un hospital.
Parece ser que los tabloides Británicos desde sus comienzos han utilizado las malas artimañas para vender periódicos.
Me gustaría saber dentro de 150 años que se dice de la muerte de Lady Di.
Vía.Abc.es
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