sábado, 26 de mayo de 2012

¿Qué mató a Lenin?

¿Y si Lenin hubiera vivido 10, 20 años más? Probablemente, la historia de Europa, y la de todo el mundo, habría sido completamente diferente si Vladimir Ilich Lenin no hubiera muerto a los 53 años a causa de un ictus masivo. Pero las circunstancias de su fallecimiento tienen algunas sombras, en las que se podría esconder, incluso, la mano de Stalin.
El 21 de enero de 1924 fallecía Vladimir Ilich Lenin. La causa oficial: ictus masivo. La autopsia reveló que el estado de sus arterias cerebrales era pésimo (sufría aterosclerosis) y la historia clínica del ilustre paciente coincide con este fatal evento, ya que en los años previos a su muerte, Lenin sufrió varios infartos cerebrales cuyas secuelas arrastró durante ese tiempo.
En 1922 sufrió dos ictus: el primero le dejó sin habla durante semanas; el segundo, le paralizó la mitad derecha del cuerpo. Las fotos del mandatario comunista en silla de ruedas, incapaz de caminar y con un aspecto enfermizo, son la muestra de un deterioro progresivo que se agravó cuando en 1923 sufrió un tercer accidente cerebrovascular.
No hay duda, pues, de cuál fue la causa de la muerte. "Lo que le ocurrió a Lenin no es ningún misterio". Sin embargo, "¿qué provocó esos ictus en un hombre relativamente joven y, salvo por eso, sano.
Lenin no tenía ningún factor de riesgo que justificara a aparición tan temprana de estos ictus: no era obeso ni hipertenso ni diabético, tampoco fumaba o bebía (no de forma llamativa), y hacía ejercicio con regularidad. En ausencia de estos factores, la teoría de que la neurosífilis fue la culpable de sus males ha sido una de las más extendidas y aceptadas.
Pero esta enfermedad de transmisión sexual no tuvo nada que ver. "La sífilis meningovascular deja huellas distintas en el cerebro. Los infartos, o ictus, son normalmente pequeños. "El otro vaso que se suele ver afectado por la sífilis es la aorta y esto tampoco se describe en la autopsia".
En cambio, el origen de los ictus y la aterosclerosis (la acumulación de lípidos y colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos) podría estar en sus genes. De echo, su historia familiar hacer pensar en cierta predisposición genética ya que su padre y tres de sus hermanos fallecieron por patologías cardiovasculares.
Pero hay un fenómeno de los últimos días de la vida de Lenin que intriga a los expertos. Lenin fue envenenado.
Desde 1921 hasta su muerte, "se sentía cada vez peor, se quejaba de que no podía dormir y de que tenía jaquecas terribles". El veneno pudo ser el causante de estos males y, a la postre, de su muerte. Y su verdugo, el que ya se había convertido en su enemigo y que posteriormente sería su sucesor al frente de la Rusia comunista, Iosif Stalin, que utilizó este método para acabar con más de una vida.
El posible envenenamiento de Lenin nunca se certificó ya que, sorprendentemente, su autopsia no incluye exámenes toxicológicos. Pero aún hay tiempo para explorar más allá esta teoría, su cerebro se conserva en Moscú y alargar así la ya extensa lista de asesinatos de Stalin.


Vía.Elmundo,es

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